domingo, 16 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 13, ESTÁN TODOS DESDE EL 1.


13- MI MENTE CORRE PELIGRO.


Cuando llegué a casa mi madre estaba tirada en el sofá, durmiendo. Mi padre con sus libros y su ordenador y la comida hecha. Pasta, otra vez. Mi madre me daba pena pero tengo un punto de vagancia inexplicable, necesito que me digan las cosas repetidamente la mayoría de las veces para darme cuenta de que están esperando por mí.  Me sobraba el tiempo y los días sin embargo me resultaban eternamente cortos.
No paraba de pensar en Héctor, era como un acto reflejo… Con cualquier detalle me aparecía toda aquella  vorágine de recuerdos y tonterías varias que hasta hacía una semana jamás habría pensado. No sabía si eso era patético o razonable... La verdad es que me iba tocando algo así a mí, yo tenía el mismo derecho que los demás para disfrutar de cosas como esta no? Aunque la mayoría dicen que son locuras, las hacen cada día o se mueren por hacerlas.
No, no me lo esperaba y punto. No tenía que darle tantas vueltas, ni que estuviese mal o algo así, si es que mi estupidez revienta límites.

La verdad es que sin darme cuenta, me estaba empezando a explotar la cabeza, necesitaba contárselo a alguien, pero quién? Cora ¡ Sí, era perfecta. Estaba casi segura de que ella no se lo contaría a nadie. No puedo cerciorarme ya que no la conozco apenas, pero me da confianza y total, por probar.
Perfecto, ella tenía mi número pero yo el de ella no, aplaudidme.
En fin, llevaba una hora dándole vueltas a todo esto, uf..  Fui a comer y ya vería lo que hacía después, no había quedado en nada con Héctor y la verdad me daba rabia llamarlo, sería en plan desesperada total no? Agh, que asco. A mí estas cosas no me van ¡ Qué trauma, estoy cambiando.
Fui a comer y con pocas ganas apenas tome un spaghetti y después me zampé un helado de vainilla, nata y chocolate. No comía por hambre, sino por gusto.
Fui a leer un rato, mi perfecto libro ‘’Corazón de tinta’’ parándome a crear personajes para alargar cada palabra.
Si, era como sumergirse en un mundo nuevo desprovisto de preocupaciones reales que sin embargo iban formando parte de ti poco a poco y… mierda, me corté con la puta hoja.
Música:
Corrigiendo valores personales.
Lo que dijo lo dijo un ciego que me atrevo a admitir todo lo que te pedí, que no hay más problemas que los que tú te creas, que no se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, el cojo no será cojo, sino que será un mentiroso. Creando discusiones, corres. Sintiendo los problemas, llevas el camino lo más lejos que puedes, que falta? Y llueve, te llueven las ideas y miras, hacia atrás y no vuelves. Son demasiados los problemas, demasiadas las tonterías que aparecen cada día y luego, como un perro comiendo las sobras, miras con ojos de muerto y ella, sonriendo como siempre ignora, sabe pero no conoce. Quiere omitir ese dilema, rezas por ella a los Dioses y nada, está claro como el agua. Queda muy lejos de tu aura, alzas la mano y no llegas, fuera. Ella te dejó fuera, fuera de su vida y miras, miras otra vez y piensas, todo lo que le pediste, no lo puedes negar, ahí está, no la vas a alcanzar.
Timbre, esperaba una llamada pero cualquier cosa me servía. Se veía por la cámara la sonrisa de Julián que le estaba gastando algún tipo de broma a Marina.
-Quién?- Pregunté como si  no lo hubiese visto ya.
+Somos nosotros, bajas?
-Nosotros quienes?
Baja ya coño, dijo alguien de fondo entre risas.
-Que sí, que sí, que ya voy bordeeeeees!
No había preguntado si estaba Héctor, bueno, tambein habría sido muy descarado… En fin, pase de arreglarme. Me puse un vestido, unas sandalias, cogí mi mochila siempre preparada y baje.
-Chao mama!
+Mññao.


Continuará...


Elena de Castro Bouza.
@Helly_Colpaunk
elenuska16695@hotmail.com

viernes, 6 de julio de 2012

CAPÍTULO 12 ! ESTÁN TODOS DESDE EL 1 !


12- UNA VUELTA Y VIERTE TODO SU CONTENIDO.


Cuando ya eran las 22:12 y después de mucho hablar , tontear, reír y besar, le pregunté si quería venirse conmigo a pasear a Fada. No podía, tenía que irse o no volverían a dejarle salir, me dijo que normalmente les daba igual que saliese o no, o incluso saber dónde estaba pero aquel día habían ido a verle sus abuelos y querían cenar todos juntos, aunque llegaría bastante tarde pero como él mismo dijo, ‘’así cualquier cosa valía la pena’’
Mientras paseaba con Fada salía de mis cascos ‘’Stand up'' de Jessi J; una cantante que hace poco he descubierto y tiene una voz increíble; seguida de ‘’Who you are’’ aunque esa la pase rápidamente, quien querría deprimirse ahora? Escuche mi mejor repertorio de canciones animadas y me volví a  casa a eso de las 23:30
Dormí como una santa esa noche.
‘’No me regalen más libros, porque no los leo, lo que he aprendido, es por lo que veo. No tengo todo calculado, ni mi vida resuelta, sólo tengo una sonrisa y espero una de vuelta. Yo no creo en la Iglesia pero creo en tu mirada, tú eres el sol en mi cara, cuando me levanta. Yo soy la vida que ya tengo, tú la que me falta.
Y, dame la mano, vamos a darle la vuelta al mundo.
Me escapé de la rutina para pilotar mi viaje porque el cubo en el que vivía se convirtió en paisajes. Yo era un objeto esperando a ser ceniza y un día decidí hacerle caso a la brisa, no me convenció nadie, me convenció tu sonrisa.
Y me fui detrás de ti persiguiendo mi instinto. Si quieres cambio verdadero pues, camina distinto. Voy a escaparme hasta la constelación más cercana, la suerte es mi oxígeno, tus ojos son mi ventana.
Llegar al tope de la Tierra, abrazarme con las nubes, sumergirme bajo el agua y ver como las burbujas suben…’’
Me desperté por culpa de una extraña mezcla, no sé qué afectó más, si Fada lamiéndome la cara o Calle 13 sonando a modo de alarma, una bonita canción, pensé, y me erguí en cama para darle un poco de mimo a Fada, que se debe sentir bastante sola estos días.
Las once de la mañana de un día horrible, lluvia y viento, pero un calor insoportable. Tormentas de verano las llaman. Un bochorno horrible y litros de agua empapándote la cara, lo llamo yo.
Aún así, estaba feliz. Y en momentos como este daría un paseo bajo la lluvia gustosa de hacerlo, me puse una coleta, un chubasquero y unos shorts con mis converse rojas y enganché a Fada a su correa.
Pensarás que mi vida gira en torno a lo mismo día tras día, pues sí, tienes razón, has descubierto América.
Estando abajo me di cuenta de que quizá debería de haber llevado un paraguas por si la ‘’tormenta de verano’’ dejaba de parecer de verano como la mayoría de las veces. Pero bueno, una vez abajo… ya daba igual.
Solté a Fada que enseguida salió escopetada a buscar amigos y ensuciarse, eso sí que es buena vida. Abrí el móvil para ver si tenía noticias de Héctor. Soy tonta o ¿no me doy cuenta de que si hubiese llamado o dejado algún mensaje me habría sonado? Aunque muchas veces lo pongo en silencio porque me da la sensación de que así hay más posibilidades de que me llamen o algo, manías tontas que tengo. Pero no era eso, simplemente era tonta, claro que no había nada, era temprano para ser vacaciones y seguro que él se había quedado hasta las tantas disfrutando de su cena familiar y ahora estaría durmiendo.
Estaba todo desierto, Fada se me acercó, pocas veces lo hace pero sabe que si viene hacia mí le doy algún premio, era como un trato, ella me demostraba que me conocía y yo le daba una galleta. Así que saqué del bolsillo de mi chubasquero un montón de galletas aplastadas y otras tantas casi molidas envueltas en papel alval y sacando un millón de miguitas junto con cachitos de galleta extendí la mano para que tomase su apetitoso premio. Me lamió la mano tanto que hasta me hizo cosquillas, luego desapareció corriendo y empezó a dar vueltas alrededor de mí, quería jugar y bueno, no había nadie para verme hacer el idiota.
La perseguí, la agarré, me tiré con ella, acabamos embarradas y sucias, muy sucias, pero me divertí como nunca, al volver a casa alguna que otra anciana de esas que se cubren la cabeza con bolsas de plástico del Mercadona (de las que hay que evitar reírse por eso del respeto a los mayores) que supongo vendrían de hacer la compra o coger el pan, nos miró mal, como a una loca con su perro.
Me gustaba, no, mejor… ¡Me encantaba! Echaba de menos esas miradas y no me había dado cuenta. Hacía tiempo que no me daba cuenta de que había más cosas a mi alrededor...


Continuará...

Elena de Castro Bouza
Twitter: @Helly_Colpaunk
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martes, 12 de junio de 2012

CAPÍTULO 11, ESTÁN TODOS DESDE EL 1!

11- QUITÁNDOLE IMPORTANCIA.

Héctor me miró con una cara de culpabilidad bastante descarada y parecía querer ocultarla así que no sabía si apartar el tema o ,
-Puede que suene borde pero no pienses en Julián, olvida eso, ahora estás aquí conmigo, vale?
+Claro, tienes razón.
Su sonrisa, tajante, descubriendo las pocas ganas de continuar con aquella conversación, si dijese que estoy enamorada mi madre iría corriendo a comprarme mil muñecos de My Little poni así que me abstendré de comentarios sobre el tema . No, ahora en serio, creo que siento algo más que bueno, no lo sabría explicar, es raro.
Me acerqué y le acaricié la cara, suavemente, estaba allí con él, nada más. Hacía apenas 5 días que nos conocíamos, no... cuatro. El día que nos conocimos, ni nos miramos, al día siguiente la playa.., la mañana siguiente de vuelta a casa , una tarde entera esperando verle y... hoy. Cuatro días y quería a ese chico, de veras le quería. Me dolería si faltase, y no me parece que él me mire como a un rollo de verano.
Era lunes día 18 de junio el primer día que escribí aquí, y hoy, viernes 22 de junio ya quería a alguien? Imposible. Cualquiera diría que es imposible no? No sé, estoy muy confusa.
Él estaba tumbado en la hierba del parque, bastante alta, le hacía cosquillas en los párpados, el cuello, los brazos… casi tapándole como en la película de Alicia en el país de las maravillas cuando ella se tumba sobre todas aquellas margaritas. Yo estaba mirando para el  tumbada de lado, pero apoyada en mi brazo izquierdo para poder mirarle desde arriba.
Le besé, pero ya no con cuidado, le besé apasionadamente, le besé con fuerza, con ganas, con tantas ganas que casi salimos rodando por el campo, no pudo evitar reírse. Se sentó y me agarro desde atrás, sujetando mi chaqueta, yo me safé de él, quitándomela y cuando trataba de escapar, me agarró por un tobillo y caí encima de él, me hizo tantas cosquillas que pensé que me ahogaba, acabé echa un estropajo.
-Ahora estoy despeinada.
+Estás guapa así, dijo revolviéndome aún más el pelo, si es que eso era posible.
-Mentiroso.
+No empieces con esas tonterías, sabes que tengo razón y te gusta que te lo diga.
-Te piensas que bromeo, que me lo digas o no me da igual.
+Te enfadas?
-Siempre me enfado, soy una caprichosa.
+Ah bueeeeeno, pensaba que era una enfermedad más grave.
-Idiota!
+Ven aquí, tonta, que eres tonta.
Cuantas veces más necesitaba que me besase? Toda la vida, toda su vida y la mía juntas, todos los días de esa suma, multiplicados por cien, esos eran todos los besos que quería, sin sobrarme ni uno y aún faltándome muchos, soy muy, muy caprichosa.
Le aparté con las dos manos sobre sus hombros, le sonreí y pregunté algo que aún ahora no sé como leches me atreví:
-Héctor… te gusto o sólo quieres un lío de dos días?
Cuando me quise dar cuenta su cara estaba blanca como la cal y yo ahí plantada, sonriendo, pero que mierda hacía sonriendo? Es que hasta yo me habría pegado.
+Ehh.. ohm.. vaya , esto no me lo esperaba. No sé, sí, bueno supongo que sí no? Me gustas claro, si no pasaría de estar aquí contigo pero no sé, no, no quiero un lío de dos días.
-Sólo nos conocemos de hace cuatro días, no es raro esto?
+No es raro, sólo estamos yendo directamente a la parte divertida.
-A mi ninguna parte me parece aburrida.
+Me refiero a eso de, conocerse, ser amigos durante años y no decirnos jamás que nos gustamos por no estropear nuestra amistad, bla bla bla
-No veas tanto MTV anda..
+Ei, te ríes de mi?
-Un poquito…
Estaba aliviada, había quedado como una gilipollas, pero una gilipollas aliviada al fin y al cabo. Puede que fuese mentira, pero si era así ya se vería no? Ahora estaba aquí, para mí.
Qué sensación… esto era genial!
Siempre estuve en busca del amor,
Ese complejo sentimiento,
que vivimos por momentos.
Poco a poco ya te haces mayor,
Van fracasando los intentos,
Dejas de creer en cuantos.
Tengo la cama vacía de sentimiento,
Y no la pienso llenar por el momento.
Tengo un millón de manías,
Y ya no pienso cambiar por ti,
Por ti, por ti, por ti…
Eres joven, llamas la atención,
luego aprendes con el tiempo,
que sólo importa lo de dentro,
No sé si se me pasó el arroz,
o que no soy como el resto,
que solo quiero labios nuevos.
Tengo la cama vacía de sentimiento,
Y no la pienso llenar por el momento!
Tengo un millón de manías porque soy viejo…
Y no pienso cambiar,
Poder vivir,
Exprimir mi soledad,
Como un limón, y yo sólo caminar…
Poder vivir, exprimir mi soledad,
Por ti, por t…
*Clic*
+Necesitas música siempre que me besas?
-Necesito escuchar esa música después y acordarme de cuando me besas.
…i, por ti, por ti..
Tengo la cama vacía, de sentimientos,
y no la pienso llenar.
Por el momento…
+Son las…
-No, espera! Déjame adivinar… las 21:50?
+Y cincuenta y ocho , me dijo guiñándome un ojo. Estás echa toda una adivina.
-Si supiese que iba a pasar esto me habría sentado más a menudo en ese banco.
+Ah, que te sentabas alguna vez?
-Alguna…
+Ya te habíamos visto alguna vez, y con alguna me refiero a una o dos, simplemente ir hasta la tienda.
-Fada necesita comer.
+Es verdad, no tienes que bajarla?
-Mierda, es verdad. Menos mal que mi madre está trabajando a turno completo hoy, sino podría estar muerta.
+Y tu padre no te dices nada?
Menuda carcajada,
-Mi padre es como un cactus, apenas hay que regarlo y a veces pincha.
+ Ja, ja, ja seguro que eres una exagerada, el mío sí que pasa de todo.
Vaya, el chico empezaba a abrirse en cuanto a vida personal, eso significaba algo no? Había confianza, o al menos empezaba a haberla.



 Continuará...

Elena de Castro Bouza.
elenuska16695@hotmail.com
@Helly_Colpaunk

jueves, 24 de mayo de 2012

CAPÍTULO 10, están todos.


10- PERDÓN.

 Me pasé la tarde dando vueltas con Fada , incluso había tomado el sol después de soltarla, cuando llegué a casa ya era tarde y caí rendida en cama, ni pijama, ni sábanas, ni mantas. Yo y Fada, una al lado de la otra. No creo que ella estuviese soñando lo mismo que yo, pero era igual de profundo, eso seguro.
Al día siguiente mi madre me despertó muy tarde, subió las persianas con fuerza y entreabrió la puerta de mi ventana.
+Vamos Scarlett, arriba, arriba, arriba que llego tarde y no quiero que quedes durmiendo todo el día que luego no hay manera de que duermas de noche. Ni se te ocurra  hacerme lo de ayer eh ¡ Hoy tengo  doble turno así que volveré por la mañana, haz lo que veas para comer, y espabila a tu padre un poco anda, adiós cielooo…
Oí la puerta cerrarse, apenas me dio tiempo a ver todo, la observé correr de una habitación a otra, para coger su bolso, hacerse un bocadillo, preparar el termo, besar a mi padre etc
Tampoco pensaba dormir todo el día, pero ella eso no lo sabía.
Para comer hice patatas fritas con huevos, una de mis comidas favoritas sin duda. Mi padre estaba en plan vegetal leyendo unos papeles delante del ordenador, creo que se le había fastidiado algo ya que nunca le había visto esa cara, y eso que no suele cambiarla a menudo, pero bah, ya le preguntaría mañana, seguro que tampoco me hacía mucho caso.
El otro día ya había pensado en contarles mi descubrimiento de gente joven aquí pero no sé ni por qué lo pensé, que tontería, les iba a importar un jamón. Me entró la risa.
Me pasé la tarde con la radio puesta, y leyendo Corazón de tinta, estaba avanzando muy lenta en mi lectura, sobre las 18:30 me llegó un sms del mismo número que me había llamado ayer, no lo había guardado. Abrí la agenda y añadí un número nuevo, ‘’Héctor’’. En el mensaje ponía que ya que ayer no nos habíamos acordado de aclarar una hora (¡Ostras!, la hora es verdad, sinceramente no sé ni a que esperaba) me vendría a timbrar sobre las 19:00-19:30 .
Pensé en no responderle pero si no podía pensar que no lo había leído y no acudir a la cit… al encuentro:
‘’Ok, empezaré a vestirme ahora para que esperes lo menos posible ;)
Te espero impaciente J ‘’ ; clic en enviar, listo.
¿Te espero impaciente? Me estaba volviendo una tonta, ¡pero si parecía el sms de una desesperada! nunca le puedes dar a entender a un chico que estás loca por verle, se crecen demasiado y luego se piensan que pueden hacer lo que quieran contigo, y acaban pudiendo.


¿Quién me iba a decir a mí que sería tan difícil? Después de volver a  darle la vuelta a todo. No encontraba esas palabras adecuadas, no sabía cómo preguntarle, ¿qué era aquello? ¿A dónde iba?
Sí, lo mejor era hablar sin pensar, si pensaba, mi orgullo no me lo permitiría. Y entonces, ¿a qué venía el miedo? Quizás a la respuesta, quizá una manera de preocuparme.
Me vestí con una camisa blanca, un pantalón negro ajustado y una chaqueta azul oscuro estilo marinero, acompañada de mi bolso por supuesto. Me puse los cascos del móvil y empecé a escuchar ‘’You found me’’ de The Fray  mientras me arreglaba, nada nuevo. Base, eyeliner y algo de colorete. Ni siquiera me planché el pelo, y eso que lo tenía horrible.
Mientras bajaba las escaleras me di cuenta de que seguía sin tener ni idea de cómo iba a reaccionar, qué podía decirle o...
La puerta estaba abierta, Héctor estaba apoyado con la espalda en ella, haciendo de soporte, sujetando el móvil con las dos manos y sin apartar la mirada de la pantalla, tecleaba muy rápido. Hice ruido con los pies para desipnotizarle de su cacharro.
+Ah, hola! Me dijo sonriéndome cuando se dio cuenta de que estaba allí.
-Hola… Debía darle dos besos, ¿o sólo uno? ¿O mejor la mano como el otro día?
Él me miró y puso una cara un tanto extraña, se empezó a reír a carcajadas y me dijo,
+¿Estás nerviosa? Si me sigues mirando de esa manera siempre puedo darte una foto para que practiques como saludarme.
Le eché la lengua y extendí la mano, -Fastídiate.
+ ¿Sólo la mano? ¿Después de lo de ayer sólo me das la mano?
-¿Lo qué de ayer? , le pregunté con cara de sorprendida.
+Eres más mala de lo que pareces.
-¿Quieres algo más aparte de mi mano?
+Nada que no pueda tener si no quiero, me dijo guiñándome un ojo.
¿Cómo debía tomarme eso?, sólo había una forma de saberlo, claro…
-¿Cómo debo tomarme eso?, mi voz salió seca, áspera, soportando las ganas de enfadarme por ese comentario.
+Era una broma tonta, me das un beso? Sólo uno.
-En la mejilla.
+A sus órdenes; se acercó a mí, todavía sujetaba mi mano desde el saludo, tocando mi espalda con la otra deposito sus labios en mi mejilla , tan suaves como podía recordarlo.
-Contento?
+ No sabes cuánto, pero eso no me llega, yo soy más de ir a la cama la primera noche.
Hizo una mueca triste y no pude evitar reírme y darle un codazo cariñoso.
-Apenas nos conocemos y ya quieres sexo?
+sexo, quién ha dicho eso?
-Lo has sugerido .
+Confundes cama con sexo? La cama es un mueble, normalmente con un colchón y acomodadas para dormir sobre ellas, sin embargo, el sexo es cuando dos pers…
Iba acompañando su explicación con gestos de los que intentaba no reírme.
-Interrumpiéndole- Claro, claro, eres muy listo. Ya sé lo que es, no me tomes el pelo.
Se rió y me soltó la mano,
+Bueno.. nos vamos de tu portal, no es que me moleste, pero habrá que aprovechar estos 25 grados  y el enorme sol que se nos brinda esta tarde.
Salía yo primero, o él primero.. Le volvía a dar la mano, qué hacía?? Mierda.
+Vamos, pasa, me dijo sonriéndome mientras aguantaba la puerta.
Pasé delante dedicándole mi mejor sonrisa,
-Gracias, todo un caballero. A dónde quieres ir?
+Ya que apenas conoces nada de esto, te diré que hay un parquecito al que no mucha gente va aquí cerca.
No podía decirle, y tampoco pensaba hacerlo que había ido con Julián a ese parque, seguro que él me lo enseñaba con buena intención, en plan romántico… O igual sólo quería liarse conmigo sin que nadie nos viese.
-En serio? No tenía ni idea, pues tú dirás.
Por dios, no podía haber sonado menos creíble, resultaba patético mentirle en una tontería así. Cuando llegábamos al parquecito, fui directa a la pequeña puerta por donde había entrado con Julián aquel día.
-Sabes? Creo que ya sé cual es este parque, me lo enseñó Julián el otro día para conocer esto un poco.
+Ah...  vaya, si prefieres vamos a otro sitio.
-No, no, me gusta esto además apenas miramos nada.
+¿Segura?
Le noté cortado, me hablaba como si Julián fuese mi novio y le estuviese poniendo los cuernos, vaya plan, menudo corte.
-Tranquilo, ni que yo y Julián tuviésemos algo.
+Claro, perdón.
-No te preocupes.

CONTINUARÁ... ESTÁN TODOS LOS CAPÍTULOS DESDE EL 1 , MIRAR LAS ENTRADAS MÁS ANTIGUAS, ESTÁN ORDENADAS POR MESES :)

-Elena de Castro Bouza.
elenuska16695@hotmail.com
@Helly_Colpaunk

miércoles, 16 de mayo de 2012

Avanzando... CAPÍTULO NUEVE.


9- A SUS ÓRDENES MI LADY.


Héctor me miró perplejo, se apartó un poco de mi pero sin soltar mis manos, me sonrió y comenzó a moverse arrastrándome a mí a hacerlo también. Estoy convencida de que estábamos ridículos, pero me encantaba, dábamos vueltas y más vueltas, sin parar de reír, sin parar de mirarnos, sin soltarnos, separados apenas unos centímetros, sin dejar que corriese el aire, mientras el sol se dejaba ver cada vez más y más, proporcionándonos una vista perfecta al uno del otro. Sujetando mi mano, me hizo girar por debajo de su brazo, como si fuese una de esas muñequitas de las cajas de música que tanto me gustaban de pequeña.
-Parecemos verdaderos idiotas.
+Dicen que los idiotas suelen ser felices.
-Eso dicen.
Me paré en seco, sujetado por sus enormes brazos,  sujetada por sus ojos, por su boca, que me susurraba lentamente al oído:
+Debo de ser el más idiota del mundo.
Otra vuelta, mi cabeza no se paraba ni un minuto, mis piernas se movían al son de la música, de nuestra música. Hacía rato que la radio no sonaba, las pilas supongo. Yo tarareaba la misma canción que había cantado aquella noche,


Don’t ask me, i’ll never tell
I Looked to you as it fell,
And now you’re in my way
I trade my soul for a wish...♪

-Espero ser yo la que te haga ser idiota, le dije echándole la lengua.
+Creo que empiezo a entender aquello que decías…
-Lo qué?
+Adivínalo.

Fue una noche completamente distinta a cualquier otra, una vez más debía darle a Cora la razón, no la olvidaría jamás, pasase lo que pasase.
Creo que era la primera vez que no tenía nada de sueño, sólo quería estar así toda mi vida, toda su vida, que fuese nuestra. Qué pensamientos tan tontos, ¿no? Éramos unos críos, Cora y yo teníamos 16 años, a punto de hacer yo 17, Juan y María ya tenían los 17 y Juan estaba a punto de hacer 18 mientras que Héctor y Julián ya tenían los 18.
Estuvimos horas en la playa, mientras el resto dormían, tanto que acabe dormida, acurrucada sobre él, en mitad de la arena, con el agua bañando nuestros pies.
Nos despertó Julián, a las 10:22 , lo primero que pensé? Mierda. Sabe dios lo que habría pensado al vernos así, Héctor le dijo que me encontraba mal de haber bebido tanto y que él salió a ver como estaba, y me quedé dormida. Pareció creérselo a regañadientes.
‘’I won’t give up-Jason Mraz’’ , la canción sonaba en mi cabeza mientras el agua, ardiendo, resbalaba por mi piel anudándose en mi pelo y dejándose caer con fuerza sobre mis pies, al cerrar el grifo, un escalofrío, me habría quitado bien toda la arena? Creía haberme  traído conmigo media playa y al menos un millón de besos.
Salí de la ducha empapada, me había olvidado de sacar una toalla, fui a la habitación y recordé el libro que estaba leyendo, allí apoyado sobre la mesita de noche, tenía ganas de leer.
La vuelta de la playa había sido muy seca, Julián, ya completamente sereno se había dado cuenta de que algo raro pasaba, yo agarrada a su cintura trataba de mantener con él una conversación divertida, Cora iba con Marina esta vez y Héctor con Juan haciendo el cafre con la bici, Marina se había enfadado con Juan ya que casi se caían intentando hacer el tonto con la bici y se habían cambiado las parejas. Yo me había ofrecido a ir con Julián para suavizar un poco el tema.
Cuando llegué a casa, sobre las 12:30 del mediodía, la bronca había sido significativa, pero valió la pena, aunque mi madre me gritó bastante, no estaba enfadada, y de todas formas gritó más a mi padre. Lo único que la había cabreado es que no me diese cuenta de que al irme, no podría bajar a Fada y tuvo que hacerlo ella.
Fada, ella me saludó efusivamente, estaba tan contenta de verme, realmente no la había visto así nunca, bajé a darle una vuelta al paseo fluvial.
Pero ahora, sólo tenía ganas de leer, pero la verdad es que mi cabeza no se situaba en las páginas, me cansaba de leer la misma palabra y no entender ni pizca, en mi cabeza sólo existía una cosa.
Me unté en crema solar y me vestí, pasé de maquillarme total, no iba a ver a nadie, pensaba darle una vuelta a Fada y así despejarme un poco; tampoco me sequé el pelo, hacía calor, era el día de Junio más caluroso que podía recordar de los últimos veranos.
Una vez abajo, sujetando a Fada con fuerza, me sonó el móvil, número desconocido, descolgué y pregunté, se oía una respiración acelerada al otro lado del aparato,

+Scarlett?
-Héctor?
+Te apetece que nos veamos mañana?
-Sin el resto?
+Sin el resto.
-Pero tendrás que esperar a que me arregle, tardo mucho le dije riéndome.
+A sus órdenes mi lady.



Continuará...

Elena de Castro Bouza
elenuska16695@hotmail.com
@Helly_Colpaunk

martes, 15 de mayo de 2012

CAPÍTULO 8 (JUEGO DE DOS)


8- RECORRIENDO LA ARENA.


Perfecto, esa es la palabra adecuada para describirlo. Eran ya las 2:00 y podíamos escuchar de fondo la música de los chavales.
+Hey, I just met you and this is crazy but here’s my number so call me maybe ... (8)
Abrazados, todavía de pie en la arena, ni siquiera sé si él me miraba, estaba demasiado ocupada en mirarle yo a él. Me encantaba, de veras me encantaba.
Mis manos, guardadas entre sus dedos, mientras yo susurraba la melodía de aquella canción y le miraba de arriba abajo, fijándome en cada detalle, él no se perdía ni un segundo de mí. Nos sentamos por fin,  en la arena blanca, fría por el agua que la azotaba y la ausencia de los rayos del sol, que antes quemaban nuestros pies. Él, sentado con las piernas recogidas y yo sentada en su torso, mirándonos cara a cara, mis manos en su pecho y las suyas en mi cintura, tan suave, tan hermoso.
+Me gusta tu voz.
-Toda para ti.
Qué sonrisa, dios mío, no me canso de recordarlo, de decirlo, de gritarlo.
+ ¿Cantarías para mí?
-Te regalaría mi voz si pudiese.
+Puedo robártela, me dijo incorporándose y acercando sus labios a los míos.
Me besó de nuevo, yo apenas pensaba, me dejaba llevar por la situación, por él. Mi respiración fuerte, el corazón a mil, su boca perfecta, la mía al compás de sus labios, la melodía ideal.
-Me gusta esa manera de hacerlo, si es así, puedes robármela las veces que quieras.
+Por fin  tengo tu permiso.
-No seas tonto.
En mi cabeza sólo se repetía lo mismo una y otra vez: Es él, es él, es él… Y  de hecho lo era, tenía que serlo, por primera vez en mis 16 años de vida sentía eso, ya había estado con otros chicos antes, pero todos resultaron ser unos completos idiotas, no quería decir que Héctor no pudiese resultar ser como todos y esto ser sólo una simple ilusión mía, pero así empezaba todo en la vida, no? Con ilusiones.
-Haces esto a menudo?
+Lo qué?
-Ya sabes, pues esto…
+No tanto como quisiera, dijo dándome un codazo cariñoso.
-Venga, no me vaciles, lo digo en serio, mira que yo me obsesiono muy fácil eh, le repondí en tono irónico.
+ No sé, tú me gustas mucho.
-No se notaba al principio.
+No todo es tan rápido como te crees.
-Parece que no.
Julián nos llamaba desde lejos, los gritos ahogados por la fuerza con la que el alcohol había actuado sobre él se oían bajito. Héctor me levantó con un suave movimiento mientras él, a su vez, se incorporaba conmigo agarrada de la cintura, me soltó y comenzó a caminar hacia donde estaba el resto, yo, hacía apenas unos segundos eufórica y entusiasmada, pusé mi cabeza de nuevo a  funcionar correctamente.
-Y ya está?
+A que te refieres?
-Vuelves a estar como antes?
+Si se entera Julián me mata.
-Qué dices?
+Antes, cuando íbamos él y yo con las bicis hasta mi casa…
-Le gusto?
Héctor asintió con la cabeza y perdió su mirada en la arena.
Pasamos el resto de la noche jugando, cantando, gritando y bebiendo. Y yo de vez en cuanto miraba a Héctor de reojo, pero el apenas miraba a ninguna parte, se le veía con poco humor pero parecía tratar de fingirlo. Yo tampoco podía hacer mucho, siempre me encontraba el brazo de Julián sobre mi hombro, o sus manos cerca de las mías, sus ojos clavados en mí como si no hubiese nadie más, realmente incómodo.
A las 5:48 todos se fueron a sus respectivas tiendas, y yo con Cora, a la nuestra. No sabía si contarle a ella lo sucedido con Héctor, quizá se lo contase a Julián pero  pensé que debería fiarme, al menos intentarlo…
Después de contarle la historia, Cora se quedó boquiabierta, me dijo que siempre veía a Héctor tontear con todas, era uno de esos chicos que subían cualquier falda, pero según ella, un comportamiento como el que yo le había contado que él había tenido conmigo, le extrañaba en Héctor. A los pocos minutos, la cremallera de nuestra tienda se abrió y apareció esa cara tan hermosa, era él, él de nuevo, de nuevo a por mí.
Nos dijo que si queríamos salir a fumar un cigarro que él no podía dormir y que Julián ya estaba descansándola en la tienda, se rió pero no parecía muy contento.
Cora dijo que no, con los ojos como platos y la boca entrecerrada me dio un empujoncito para que saliese de la tienda, al salir casi me caigo, me llene de arena las zapatillas. Llevaba unas converse rojas, altas, pero eso no evitaba los pequeños granitos de arena que ahora me hacían cosquillas. En un momento, Cora hizo un ruidito para que la mirase antes de cerrar de nuevo al cremallera de la tienda, y me dijo que prometía no contar nada, y menos a Julián.
Héctor encendió la mini cadena, ahora en la radio sonaba Balada Boa de Gustavo Lima le bajó el volumen y volvió a junto de mi, de pie , repitiendo casi la misma escena de aquella noche, pero ahora,  la arena aún fría retando al calor que emanaba de los todavía oscuros rayos del sol, sujetaba nuestros pies, impidiendo que flotara, impidiendo que mi cuerpo saliese volando en cualquier momento.
Ahora quería más, quería todo de él, lo que aquellos ojos castaños me ofrecían, sin pensar en las consecuencias, en si me arrepentiría mañana. En mi cara se iba dibujando una sonrisa,

-Baila para mí.



Continuará...

Elena de Castro Bouza
elenuska16695@hotmail.com
@Helly_Colpaunk

CAP. 4-5-6-7.


-Continuación del CAP.4

El tiempo se me pasó rapidísimo, como me solía pasar cuando lees algo interesante, te fundes con las páginas, con cada letra, entrando en un mundo maravilloso o escalofriante totalmente paralelo a tu vida, deseando saber más y más, incluso a veces he deseado que el libro ardiese en llamas y de sus cenizas brotara únicamente esa respuesta que tanto ansiaba; porque todos los libros formulan una pregunta, nos demos cuenta o no, y la responden a sí mismos, puede ser distinta para cada persona claro está, pero siempre es importante buscarla y aún más encontrarla.
El tiempo había volado con mis ojos clavados en sus páginas, ‘’Corazón de tinta’’, lo dejé cuidadosamente apoyado en la mesilla  cuando por fin desconecté de tanta ficción y me di cuenta de que mi madre llevaba llamándome un rato.
+Lootiiii! Dios mío es la séptima vez que te llamo, tengo que andar a gritos todos los días y sabes que odio llegar tarde, tengo que ir a trabajar y no me hace ni pizca de gracia que..
-Entrando en la cocina e interrumpiéndola-Siii mamá, perdona.
+Perdón dice, tú con tal de agobiarme ya estás contenta no? Anda, ve a llamar a tu padre a comer, otro que tal baila, no gano para disgustos con vosotros dos.

-Entrando en la salita donde estaba mi padre enchufado al maldito ordenador como siempre-   Papá, dice mamá que vayas a comer, que lleva mucho tiempo esperando..
+Sisisi Loti, ahora mismo voy, un segundito eeh…
-Que raro dije murmurando, vamos comiendo, vale?
+Sisi.
-Entrando de nuevo en la cocina- Ma, que dice papá que vayamos comiendo.
+Increíble, esto es increíble.
Cogió la pota y vertió todo su contenido en un enorme bol blanco, me preguntó si pensaba comer como las personas normales o como siempre, me hizo bastante gracia pero le dije que me sirviese en abundancia, de todas maneras, si no lo comía podía prometerle que lo  iba a acabar y ella se iría tranquila, con eso me llegaba.
-Pero sabes que al mediodía no suelo tener mucha hambre.
+Tienes que hacer por tenerla, ¿cómo quieres acabar? y  dile al perro que salga de la cocina, ¡sabes que lo odio!
-Mamá..  ¿has puesto queso en los macarrones?
+Claro Loti, como siempre.
-Ma, sabes que no me gusta nada el queso con la pasta.
+Dios, cada día te gustan cosas diferentes, en fin, ¿quieres que te preparé otra cosa?
-No,no, déjalo estar, pienso acabarme todo el plato, hoy tengo hambre.
+Así me gusta cariño-Dijo dándome un beso en la mejilla- Bueno ya sabes que me es mucha hora, tengo que irme a trabajar, si sales avisa a tu padre y no llegues tarde, y llévale la comida a la salita por favor, no quiero que se quede en los huesos, bonitos estáis los dos!
-Vaaale, venga, ve no vaya a ser que no llegues, te quiero.
+Muy bien, y yo, y yo, dijo ella dando un portazo.
Cogí mi plato, estaba intacto, y junto con un vaso de agua, pan y un tenedor se lo llevé a mi padre, el ni me miró, lo cogió, balbuceó algo parecido a un ‘’gracias’’ y se puso a comer sin separar la vista ni un minuto del ordenador, tenía los ojos irritados, enrojecidos y llorosos, me ofrecí a ir a buscarle sus gafas a la habitación pero apenas puede distinguir  un ‘’no’’ claro. Menuda casa de locos, en fin. Fui a fregar lo poco que quedaba en el vertedero, por hacer algo en casa básicamente, era muy vaga. Sólo estaba e plato y el tenedor de mi madre, y sobre ocho tazas de café de mi padre que se iban acumulando noche tras noche e iban apareciendo por distintas esquinas de la salita.

                   5-COSAS QUE CONTAR.

Ya eran las 14:47 y no tenía noticias de Julián, me fui a la habitación para continuar leyendo no sin antes darle a Fada algo menos de la mitad del bol de macarrones, así mi madre pensaría que de veras yo había comido, además, a Fada si le gustaba el queso.
Fui a mi habitación y me tumbé en la cama como si un millón de ángeles estuviesen velando a mi alrededor. Me sentía genial, pero impaciente por la dichosa llamada que no llegaba, al final iba a resultar que ni todo iba a estar tan mal ni yo era tan antisocial como creía, simplemente no había estado en sitio correcto con la compañía acertada.
A eso de las 15:22 me llamó Julián, se escuchaba muy mal ya que por detrás se oía un montón de barullo, él me dijo, entre risas, que bajase al portal, yo le contesté que si muy rápido y colgué el teléfono.
Mientras me vestía me di cuenta.. Al portal? Sabían dónde vivía? Cómo? Se estarían riendo por eso? MACEDONIA! Lo que me faltaba a mí vamos, mejor no adelantar acontecimientos, me pondría unos vaqueros no muy cortos y una camisa blanca holgada, me estilizaba y me hacía algo más delgada. Me hice una trenza a un lado y cogí mi bolso, metí dentro un peine, una cartera vacía y mi inseparable agenda junto con una pluma violeta, regalo de mi padre por mi doceavo cumpleaños, necesitaba tinta nueva casi cada día pero me encantaba.
Mientras me maquillaba un poco puse la radio, pero no salía nada bueno así que seguí como estaba. Poco más de 5 minutos después empezó a sonar la melodía ‘’ The proclaimers-500 miles’’, me estaba sonando el móvil. Me encantaba esa canción, por muy vieja que fuera, pertenecía  a la banda sonora de una de las mejores películas de Jhonny Deep en su etapa joven, mi actor favorito e icono sexual masculino. Lo cogí muy rápido y vi que era Julián.
+ Oye , llevamos esperando un rato, bajas o qué?
Aunque pudiese parecer borde, las risas que se escuchaban por atrás y su tono desenfadado indicaban que no lo estaba siendo.
-Claro, me olvidaba de que no me conocías tanto como para saber lo tardona que soy, ahora mismo bajo.
Él soltó una risita y yo colgué el teléfono.
Agarré mi chaqueta de hilo negra, por si acaso me quedaba hasta muy tarde, avisé a mi padre aunque tampoco pareció importarle en absoluto, de hecho estoy segura de que ni se enteró. Guardé mi juego de llaves en el bolso y cerré la puerta con cuidado para no lastimar a Fada que lloriqueaba al ver,  que por primera vez, salía de casa sin ella.
Cuando llegué apenas al segundo piso, nosotros vivíamos en el tercero, ya se escuchaban el barullo y las risas de los alborotadores que ahora tendría por amigos. Me resultaba bastante divertido, la verdad. Y pensé que incluso me gustaría llegar a ser un poco como ellos.
Cuando abrí la puerta Cora y Marina se quedaron calladas, Marina estaba subida encima de Juan, al que le estaba dando un ataque de risa, una estampa muy cómica. Cora me miraba con una sonrisa y los ojos escondidos tras su flequillo tan negro como el carbón, Héctor y Julián subidos en sus bicis que estaban cuidadosamente apoyadas en la pared del portal, me saludaron efusivamente.  Julián se ofreció a presentarme a sus amigos como es debido, ya que el día que les conocí apenas nos habíamos saludado, Cora y Marina se levantaron y me dieron dos besos, aunque Marina me pareció bastante más reacia a hacerlo y rápidamente volvió a sentarse en el colo de Juan que justo hacía ademán de levantarse, para saludarme supongo, pero a María no pareció hacerle mucha gracia el gesto. Qué celosa, pensé.
Cora se dio cuenta, me dijo que no me preocupara, ‘’esos dos tortolitos siempre están igual, ella le asfixia’’ , Marina se quejó y Cora le guiñó el ojo muy sutilmente, se traían un rollo bastante agradable. También me dijo que Cora venía de Coraline pero todos le decían que era nombre de niña pequeña y le quedó Cora. La verdad es que a mí su nombre me encanta,  me recordaba a una película que había visto hacía poco, ‘’Los mundos de Coraline’’, además Cora se le daba un aire y todo.
Julián hizo la coña de ir a darme dos besos también pero enseguida se apartó y me dio la mano, Héctor le miró un poco raro pero Julián le animó a hacer lo mismo con la mirada y me dio la mano también. Enseguida me fijé en él, los ojos clavados en el suelo y el pelo castaño oscuro, corto, una pena ya que me encantaban los chicos con melenita como tenía Julián, no pude ver bien sus ojos ya que como dije sólo parecía atraerle el suelo. Siempre me fijaba en las manos, no sé por qué razón pero era automático, siempre lo hacía. Las suyas eran firmes y bonitas, parecían poder acariciarme en cualquier momento.
Cuando me di cuenta de que Julián no paraba de mirarme receloso, dejé de analizar a Héctor ya que pareció molestarle, y eso que Héctor ni siquiera se enteró, no me había ni mirado y eso que normalmente cuando alguien te observa tan fijamente, sueles darte cuenta.
Marina y Juan dijeron de ir ya hasta la playa, así que había playa, vaya, al final me iba a gustar y todo, pero ¿qué era eso de ‘’ya’’? Héctor y Julián se montaron en las bicis y se adelantaron, llevaban unas mochilas enormes, no me había fijado antes.
Juan y Marina iban más atrás, de la mano, aunque Juan parecía algo molesto ella no dejaba de hacerle arrumacos. Cora y yo íbamos en el medio, calladas ya que yo no sabía que decir, pero gracias a dios ella rompió el silencio y empezó una agradable conversación:
+Bueno Scarlett, no digas que te lo he dicho pero estos te han preparado una especie de fiesta sorpresa en la playa, se han adelantado para montar las tiendas e ir a por comida y bebidas a casa de Héctor.
-En serio? Osea, vaya.. que guay, pero no avisé en casa, supongo que tendré que llamarles y..
+No te preocupes mujer, seguro que te dejan. Por cierto, el otro día estábamos de vacile, somos más agradables-ríe.
-Sí, ya me dijo Julián, le dije sonriéndole.
+Es verdad, quedasteis el otro día, nos lo contó, entre nosotras, parece un poco pillado por ti eh, jajaj, seguro que está coladito.
-Qué dices, te digo yo que no, sólo fue amable conmigo.
Le dediqué mi mejor sonrisa con todo el deseo de que cortase el tema antes de empezar a ponerme colorada. De veras ella creía que a él gustaba? Si lo creía sería porque él habría insinuado algo, no? No sé, la verdad es que a mí me había agradado mucho pero no era a él a quien yo tenía en mi cabeza en esos momentos.
Seguimos hablando, me contó que la playa era una pequeña calita con apenas arena, pero eso sí, muy blanca y preciosa, y que una noche allí jamás la olvidaría, y menos con ellos.
Cora se paró en frente  a una verja de hierro prácticamente oxidado y me señaló las bicis de los chicos, apoyadas junto a la puerta de una vieja casa en mitad del campo que la verja rodeaba.
+Ésta es la casa de Héctor,  aquí guardamos esta mañana las cosas para la acampada.
La casa era vieja pero muy bonita, era de piedra, marrón y gris; una gata blanca y negra paseaba por delante de la puerta, maullando sin parar. Héctor y Julián salieron enseguida, con varias bolsas, Héctor también llevaba en la mano un platito que dejó en la puerta y al que la gata se apresuró a acercarse para comer. Luego metieron las bolsas en el interior de las mochilas y sacaron del garaje otra bici más.
-Bueno, quién va con quien?- Dijo Julián mirándonos a todos.
Juan cogió la bici que habían sacado del garaje y Marina se apresuró a decir que ella iba con él, por primera vez en toda la tarde vi como Juan le sonreía y ella le besó.
Julián miró a Héctor como apenado y le dio un codazo.
-Eh, si, sí , yo voy con Cora.
Coraline me guiñó un ojo y se subió a la parte de atrás de la bici de Héctor, las dos parejas nos dijeron que nos diésemos prisa y se adelantaron,
+Bueeno, parece que nos toca juntos, eh?- Me dijo Julián sonrojado- No te molesta, no?
-Oh, no, claro que no- Le dije sonriendo- y me subí a la bicicleta.
+Puedes agarrarte a mí si quieres, bueno, sólo lo digo para que no te hagas daño o..
-No te preocupes.
Coloqué mis manos suavemente en su cintura, me daba pena darle a entender cosas que no eran pero sinceramente, había muchas probabilidades de que me cayese si  no me agarraba, el camino era angosto y estaba lleno de baches y piedras, al menos hasta donde alcanzaba mi vista.
Cuando llegamos a la playa pude comprobar que lo que Cora me había dicho era totalmente cierto, era preciosa.  Ya eran las 18:08 de la tarde, les dije que iba un segundo a llamar a mi madre, tardó bastante en cogérmelo ya que estaba trabajando pero me dejó quedarme allí con ellos, creo que más que nada por no discutir ya que estaba ocupada.
Cuando volví a donde estaban todos, lanzaron un grito y muchas risas, dijeron algo así como ‘’sorpresa Sca’’ , Sca? Bueh, no estaba tan mal. Me acerqué a ellos riéndome y Coraline me pasó el brazo por encima del hombro.
+Sorprendida, eh?
-Muchísimo le dije guiñándole un ojo.

6-MEMORIAS DE UNA NOCHE     INOLVIDABLE.

Pasamos una noche estupenda, fue la primera vez en mi vida que me había ‘’emborrachado’’ por así decirlo, en vasos de plástico y con bebidas de menos de 6 € pero había sido muy divertido. Juan y Julián montaron las tiendas, eran 3 . Un para Juan y Marina, otra para Julián y Héctor y la que sobraba para Coraline y yo. Nosotras fuimos las primeras a la tienda a cambiarnos, Cora había traído dos bikinis a propósito porque yo no sabía nada de lo de la playa, me daba mucha vergüenza enseñar mi cuerpo, pero ella me aseguró que estaba perfecta y que de todas formas, entre las bebidas y que era de noche, tampoco se nos iba a ver muy bien.
Marina llevaba el suyo por debajo de la ropa, tenía un cuerpo espectacular la verdad, era delgadita, algo menuda y no con muchas curvas pero era como una muñequita de porcelana, las piernas y los brazos finos y la carita avispada la hacían parecer algo más mayor incluso. Los chicos simplemente usaban el bañador a modo de pantalón así que sólo debían quitarse la parte de arriba.
Juan estaba bastante musculoso, su espalda y sus brazos abarcaban a Marina y le sobraba para agarrar a otras tres como ella; Julián tenía unos abdominales definidos pero estaba bastante más delgado, aunque eso no quitaba que tuviese un muy buen cuerpo. Los dos parecían bastante atléticos. Héctor sin embargo era más normalito, pero  más ‘’grande’’ por decirlo así , el vientre plano y fuerte aunque sus abdominales no se notasen, su espalda al igual que la de Juan era ancha y sus brazos ejercitados , a mí me gustaba más.
Juan y Marina se fueron a dar una vuelta juntos, Julián fue a darse un baño y Coraline fue con él, a mi no me apetecía, decidí aprovechar las últimas horas de sol a ver si por primera vez en quizá tres años cogía un poco de ese moreno tan deseado. Héctor se quedó sentado delante de su tienda, fumando un cigarrillo. Le dije que si quería podía acercarse, que yo no mordía. No sonrió pero tuve la sensación de que se alegró al oír mi proposición, bueno, de todas maneras se acercó igualmente y me acercó el cigarrillo, como ofreciéndome una calada.
-Chester?, le pregunté. Él me enseñó la cajetilla a modo de respuesta, obviamente era Chéster, el tabaco preferido por casi todos los jovencitos fumadores. Yo ya había fumado antes, y no me desagradaba, todo lo contrario, y total, por una calada.
Héctor se tumbó a mi lado, le dije que si quería podía hacerlo en mi toalla pero ni siquiera alzó la vista.
-Siempre eres así de seco con la gente o es sólo conmigo?
+Eh?
-Lo que has oído.
+Venga ya, simplemente no te conozco.
-Y cómo pretendes hacerlo si ni siquiera me hablas?
+Tampoco tú a mí.
-Creo estarlo haciendo ahora mismo.
+Podría responder exactamente eso.
Suspiré, me tapé los ojos con la mano, el sol se estaba poniendo y el brillo de sus últimos rayos me golpeaba la cara, al cerrar los ojos me dio un mareo y visualicé un montón de esas manchitas amarillas, como las que ves cuando te quedas mucho tiempo mirando para una lámpara encendida.
-Eres un borde.
+No soy borde, soy la ostia.
-La ostia? ¿En serio? Venga ya, si lo demuestras me lo creeré mientras siga viéndote como hasta ahora lo dudo mucho.
+Tampoco es que me importe lo que pienses de mí, una chica como tú no…
-Interrumpiéndole- ¿Cómo yo? Explica eso, me estás llamando rarita ?, ¿Friqui tal vez? Menudo capullo estás hecho.
+ No, no, me refería a que eres nueva en el grupo, ¡ no me conoces y ya pareces juzgarme! No quería insultarte tía… no te pongas así.
Le miré alucinada y me giré para verle totalmente la cara, el se giró un poco también y pude fijarme en sus ojos, eran marrones, oscuros y penetrantes, por primera vez veía que  se estaba fijando en mí y por un momento quise taparme con la toalla, seguro que me veía horrible, también me fijé en su piel, bastante morena y yo estaba deseando tocarla. Cuando me di cuenta él estaba sonriendo, mirándome, y no a la cara precisamente.
-Vaya, vaya así que ¿No sabes que mis ojos están aquí no?-Dije señalándome la cara con el dedo índice.
+Mirar es gratis, y sólo debo mirarte a los ojos cuando te hable-Me guiñó un ojo, se levantó y se marchó hacia el agua.

           7- SONRISAS DE CHOCOLATE.


El resto de la noche fue perfecta, Juan y Marina no hicieron mucho caso, y se les escucho durante toda la noche, ya me entiendes, cosa que parecía hacerle gracia al resto y cada vez que se escuchaba a Marina gemir vagamente  Héctor o Julián lo imitaban mientras Cora y yo nos reíamos en una esquina. De vez en cuando podíamos escuchar a Juan reírse.
Eran sobre las 23:00 cuando yo ya me encontraba algo mareadilla, y eso que estoy segura de que era la menos afectada, Julián estaba que ni se aguantaba en pie, Coraline solo era capaz de reírse y Juan y María se hacían carantoñas completamente borrachos en la arena.
Héctor estuvo sujetando a Julián un buen rato y divirtiéndose con la situación. En un momento dado, Julián se echó encima de Cora, con su cabeza sobre las rodillas de ella, mientras compartían unas sonoras carcajadas y Héctor decidió sacar una bolsa del fondo de su mochila y acercarse a mí, sacó dos sándwiches enormes y me ofreció uno:
+Toma, no te he visto comer nada apenas.
-Tampoco yo a ti, gracias.
+Ya, por eso cogí uno para mí también.
-¿Qué es?
+Nutella.
-Nu...¿qué?
+Ríe+ Nutella, es como la Nocilla pero más dulce.
-Ahm,  me encanta lo dulce, le dije esbozando una enorme sonrisa.
Mis ojos, entrecerrados por la poca claridad, no me dejaron ver como su mano se acercaba a mi cara, y me manchaba la nariz de esa empalagosa crema de chocolate.
-¿Qué haces? , quieres pelea, eh?
Héctor salió corriendo mientras se reía y yo empecé a seguirle el juego corriendo detrás de él con lo que me quedaba del sándwich en la mano y las yemas de los dedos de mi otra mano cubiertos de Nutella.
+Te pillé! Menos mal que eras tú la que me perseguías , me dijo al oído.
Me había agarrado por detrás, sujetando mis brazos y abrazando todo mi cuerpo. Me produjo una increíble sensación e  instintivamente me giré como pude, sonriendo como una idiota. ¿Qué me pasaba? De repente estaba dejando de ser yo, aquellos chicos, aquella pandilla…
+Ei, estás bien?
El chico sonreía y aunque a duras penas podía verle bien la cara sabía que su sonrisa estaba más preciosa que nunca, convencida de que él no me veía cerré los ojos con fuerza y sonreí aún más, me embargaba una sensación nueva.
-Sí, sí, ahora verás.
Con todos mis dedos llenos de chocolate, rocé su vientre hasta notar dónde empezaba el bañador, los chicos cada vez lo llevan más abajo pensé, pero yo de eso me di cuenta tarde y empecé a sonrojarme, gracias a dios él no podía verlo.
Héctor se quedó mirando fijamente mi mano, situada al final de su vientre, y agarrándola con sus manos, la levantó hasta la altura de su cara y le dio un beso a cada uno de mis dedos.
+A mí también me gusta lo dulce.
En ese momento, se empezó a escuchar una melodía, una canción conocida, Paparazzi de Lady Gaga, Juan había puesto música. Nosotros estábamos bastante apartados pero distinguíamos perfectamente a los chicos; María y Cora en el agua mientras que Julián y Juan escuchaban la música en sus toallas.
Yo estaba completamente sorprendida por el nuevo comportamiento de Héctor conmigo.
-Qué cambio de repente, acaso si me conoces ahora?- Me reí .
+Quizá ahora sí me apetezca conocerte.
Aún llenos de chocolate, Héctor bajó su cabeza, y con su boca muy cerca de mí, beso mi nariz, retirando el chocolate con el que antes me había manchado.
-No pretenderas que yo haga lo mismo.
+En la nariz no, me guiñó un ojo.
Así, tan cerca, sí podía apreciarle totalmente, era guapísimo, o al menos a mí me lo parecía.
-Idiota-Le dije riéndome, he hice ademán de golpearle en la cabeza-No digas tonterías
+Seguro que te encanta, me dijo bromeando.
-Tú sí que me encantas.
Vaya, había yo dicho eso? Pareció asustarle, de su cara desapareció esa preciosa sonrisa que iluminaba su cara dejando al descubierto unos dientes perfectos, y que antes me permitía ver sus ojos castaños y su piel perfecta.
-Lo siento, estaba bromeando.
+Ah, bromeabas? Qué pena…
-Porqué, te habría gustado que fuese en serio?
+Claro, a quién no le gusta que le digan esas cosas?
-Ahá , así que no eres tan chulo como aparentas desde fuera eh, Héctor tiene su corazoncito.
Junté mis manos haciendo un corazón y le puse carita tierna para vacilarle un poco, él empezó  a hacerme cosquillas, no sin soltarme. De algún modo, sus manos acabaron rodeando completamente mi cintura y las mías, perdidas entre su pelo, tan suave y sedoso como parecía a la luz del día.
+Tú sí que sabes cómo encandilar a una chica, lo practicas mucho o..?
Su cara picarona, y sus ojos mirándome fijamente lo decían todo.
+Tú también me encantas, boba.
Fue el beso más largo del mundo, incluso si quisiese haberlo evitado no podría, ni siquiera me enteré, ni siquiera puedo recordar cómo pasó, pero sí sus labios suaves, acariciando los míos mientras notaba su boca, cálida y acogedora, como esperando por mi desde el principio.




Continuará...

Elena de Castro Bouza.
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@Helly_Colpaunk